viernes, 25 de noviembre de 2011

ojos en otoño





Cuando nuestros ojos se encontraron a través del seto,
pensé que iba a decirle alguna cosa; pero ella se fue.
Y la palabra que yo tenía que decirle se mece día y noche,
como una barca, sobre la ola de cada hora.
Parece que navega en las nubes de otoño, en un ansia sin fin;
que florece en flores de anochecer,
y busca en la puesta del sol su momento perdido.
Chispeaba la palabra, como las luciérnagas, por mi corazón,
buscando su sentido en el crepúsculo de la desesperanza;
la palabra que yo tenía que decirle.

Tagore

1 comentario:

  1. muy-muy bonito . una idea interesante a explorar : el destino de esas palabras que quedaron suspendidas en el aire sin llegar nunca a su destino . lo que pude decirle y no le dije . cómo una palabra no dicha ( o dicha sin deber decirse) puede cambiar el curso de la vida . es un tema para dedicarle muchos días , o meses o años ........ gracias

    ResponderEliminar